Acondicionar y decorar una buhardilla

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Es una de las habitaciones preferidas de la vivienda, pues al estar apartada del resto de la casa, nos permite imaginar una existencia más íntima, privada y personal Aquí van algunas claves para acondicionar la buhardilla y sacar partido a todas sus posibilidades.

Sus peculiares características, esas que nos cautivan de forma inmediata, son también sus mayores limitaciones. La ubicación, en la parte alta de la vivienda, y los techos inclinados son los dos aspectos que causan más dificultades a la hora de acondicionar la buhardilla. La proximidad al tejado propicia que las temperaturas sean aquí más extremas que en el resto de la casa, por lo que habrá que prestar especial atención al aislamiento, la climatización y la iluminación de la estancia.

No lo dudes, cubre las paredes con materiales aislantes de primera calidad e intégralos en la decoración escogida (frisos de madera, paneles de pladur, paredes con fibra de vidrio o revestimientos específicos), de forma que consigas proteger la habitación de la humedad, el frío y el calor. Instala después un aparato climatizador que tenga las opciones de acondicionador en verano y de calefactor en invierno; y por último valora cuánta luz natural posee tu espacio abuhardillado, pues los techos inclinados reducen considerablemente la entrada de luz. Aislamiento, climatización e iluminación son los tres puntos prioritarios a la hora de acondicionar la buhardilla. El último aspecto tiene fácil solución, abriendo grandes ventanales en el techo que te permitan iluminar toda la estancia. Estas son las primeras cuestiones que debes tener en cuenta, con independencia del uso de la buhardilla, si bien es fundamental que sepas, antes de iniciar la obra, cuál va a ser la finalidad del lugar más bohemio de la casa.

Buhardilla moderna con vigas de madera

¿Íntima o funcional?

Escoge en virtud de tus necesidades. Si puedes permitirte una habitación extra, destinada a tus placeres, aficiones y gustos, olvída la practicidad y regálate un área privada para leer, escuchar música, hacer ejercicio o disfrutar de un relajante jacuzzi. Acondicionar la buhardilla a modo de spa es una tendencia en alza actualmente Apuesta por una decoración sencilla de tipo oriental, y sitúa la bañera bajo el gran ventanal para tomar un baño con vistas al cielo.

Dormitorio en Buhardilla pequeña

Si necesitas un dormitorio más, un despacho de trabajo o un cuarto de estar, agradecerás tener una habitación abuhardillada. Tendrás que sacar el máximo partido al espacio del que dispones, aprovechando su estructura original para habilitar un armario empotrado con la altura que te permita el techo inclinado en el caso de que optes por un dormitorio, o creando un personal mueble de obra para optimizar la pared al completo, si te decides por un cuarto de estar. Alfombras y esteras serán buenas compañeras para abrigar los suelos. Sea cual se el uso de la buhardilla, no olvides solucionar los tres puntos imprescindibles para lograr una habitación confortable, aislamiento, climatización e iluminación. 

Oficina en Buhardilla

Pautas decorativas  

Tradicionalmente vinculadas al estilo rústico, las buhardillas gustan en general con la viguería de madera al desnudo, un clásico de este tipo de estancia que casi nunca falla. Las vigas falsas pueden ser una buena opción si el techo de tu buhardilla está en mal estado. Son muy ligeras, fáciles de colocar y ofrecen una imagen muy parecida a las auténticas. Puedes pintar estas vigas falsas de la misma tonalidad del techo, componiendo un interesante conjunto integrado que con una tonalidad clara otorgará más luminosidad a la estancia. Una buhardilla por lo general es un espacio con techos más bajos de lo normal debido a la inclinación de la cubierta, por esta razón la decoración de las paredes, no conviene que sea muy recargada. La decoración depende de tus preferencias y de tus posibilidades económicas, pero si quieres ver algunas propuestas, echa un vistazo a hotelitos con encanto que presumen de habitaciones abuhardilladas, como la Casa del Abad (Ampudia, Palencia), el Hotel de la Villa (Pedraza, Segovia) o Sant Roc, en Solsona (Lleida).